En México, como en el resto del mundo, la razón principal de su extinción ha sido, sin lugar a dudas, la sistemática campaña de exterminio que se entabló en su contra a partir de que se le consideró enemigo principal para la ganadería y otras prácticas humanas. La fragmentación, degradación y destrucción de su hábitat natural sólo se añaden hoy como causas secundarias de este proceso.
Los estudios sobre la biología de este gran depredador nos permiten ofrecer información actualizada sobre el comportamiento de los lobos y entender el papel crucial que juegan para mantener el balance en los ecosistemas.
viernes, 15 de febrero de 2008
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